miércoles, 27 de octubre de 2010

limites eticos de la investigacion

La ética se refiere a la conducta que el hombre asume frente a las normas que impone la sociedad, entre ellas las de carácter moral. Se deriva de la palabra griega ethos, que se entiende por "carácter" o "modo de ser". Visto así el término, no indicaría que mientras el individuo que hace ciencia se mantiene dentro de los límites, que en términos legales y morales establece la sociedad, su trabajo científico, sin importar sobre que área del conocimiento se está llevando a cabo, es perfectamente ético. El científico debe tener, al igual que cualquier otro ciudadano la suficiente templanza para someterse a la autoridad del gobierno de la sociedad. Es justo no interferir con el trabajo del científico mientras éste no afecte el resto de la sociedad. No puede el científico pensar en el bien para hacer ciencia, porque el concepto no pertenece al campo de la ciencia. El científico produce conocimientos que pone luego en manos de la sociedad que supuestamente posee gobiernos justos y sabios.

Conflicto entre ciencia y sociedad.

La actividad del científico está dirigida al proceso de obtención de nuevos conocimientos, bien por la vía de los descubrimientos o por la vía de la inferencia teórica. El aspecto relativo a la aplicación de estos conocimientos no siempre es necesario considerarlo como importante.
Al científico le interesa responderse preguntas y no tanto que hacer con la respuesta. Newton se preguntó en el siglo XVII qué es la luz, trabajó intensamente en ello y no fue hasta el siglo XX, con la aparición de la teoría cuántica, cuando en realidad se consiguió la respuesta acerca de su naturaleza. Pero su aplicación se debió más a la curiosidad de un científico como lo fue Tomás Alba Edison, que creó la bombilla eléctrica y alteró la oscuridad de las noches, acabó con los fantasmas y cambió para siempre las costumbres.

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